Nunca un mar en calma hizo experto a un marinero

Nunca un mar en calma hizo experto a un marinero

miércoles, 5 de mayo de 2010

Mar antiguo, madre salvaje

Existe un espacio de Libertad ilimitada en mi interior. No quiero olvidarlo. Un espacio donde el pasado y el futuro no existen, y nada me perturba. Dudo y vacilo cuando algo me pregunta en ese mismo interior si querría vivir permanentemente allí, saboreando el halo romántico con el que teñí sinsabores, dudas, abismos y lágrimas; temiendo perder perder la intensidad, la pasión, el desvelo, la poesía. Se me olvida, pequeña saltamontes que soy, que ese espacio de Libertad es precisamente eso, espacio. Espacio donde todo se llena de pura vida... Y vacilo de nuevo, siempre atenta a abandonar ese hábito de teorizar acerca de lo que sólo se siente.

Pero se puede escribir desde el Sentir. Se puede escribir desde el Presente. Y desde allí entiendo, sin comprender -que me resulta más profundo- que mi espacio de Libertad inquebrantable no está muerto. No es ajeno a la aventura del vivir, no es ajeno al miedo, a la duda; no es ajeno al dolor, ni por supuesto es ajeno a la sonrisa. No se desentiende de nada, porque todo lo Conoce, todo lo Siente, todo lo Ve, y todo lo Acoge.

Sigo la estela de mi sed de Luz, y algo me habla acerca del ciclo de vacío y llenado, del retener y del soltar. Percibo mi respiración pausada, llenando mis pulmones, vaciándolos. Reteniendo el aire, luego soltándolo. Siento ese momento de inflexión en que algo ocurre y luego deja de ocurrir, abriendo espacio para lo nuevo. Mi mente, teme lo nuevo. Mi mente quiere retener. Se le olvida que ese es el escenario en el que entra en acción la alquimia del Amor, y que hace tiempo decidí, o viví, mi confianza, mi entrega absoluta a esa Alquimia que todo lo Ve, todo lo llena, todo lo comprende.

Y veo, por fin, cómo se puede ver transformado un momento de dolor, cuando esa partícula emocional se ve no sólo observada, sino acogida, comprendida... y por supuesto amada. Eso, eso significa soltar. Soltar, es Amar. Sólo yo soy precisa en ese mágico instante, al que no podría llegar sin las almas significativas que la Alquimia, dispuso a mi alrededor. Guiándome, comprendiéndome, abrazándome. Amándome.

...

Muchos años han pasado, reteniendo el dolor. Mi alma buscaba una madre consciente que le definiese los verdaderos colores del mundo, sus ritmos auténticos, despojados de la falsedad insoportable de muchas interpretaciones con las que se fue llenando mi infancia, por un motivo trascendente y desconocido que hoy sólo vislumbro, con una sonrisa serena y tranquila.

"Ríndete. Acepta la herida sangrando. Es el último paso" Soltar la pretensión de que mi vida no haya sido mi vida, huyendo hacia delante en el camino de la dudosa superación. ¿A quién pretendo superar? Mi Interior, ya es perfecto...

Mi Interior. Ese espacio de Libertad ilimitada e inquebrantable, que nunca fue afectado por nada. Mi mar antiguo, mi océano de calma, desde el que me impulso para abrazar por fin a mi pequeña meninha.

La veo ahí, sentada frente a mí, tan delicada, tan pequeña y tan buena. Con esa mirada de ángel que todo lo Comprende, y no lo sabe. Con ese aire que nunca juzgó nada, que sólo sentía, que todo lo soltaba. Lloraba, se enfadaba, abrazaba, amaba con toda su alma... y todo Emanaba en ese Perfecto Instante, para luego dejar espacio a cada sucesivo y milagroso instante.

No sé en qué momento perdí tu Sabiduría, pequeña. No sé cuándo escogí retener mis emociones, juzgarlas, maltratarme o maltratar a los demás con ellas. No sé cuando pasé a vivir desde la mente que todo lo categoriza, y abandoné el paraíso perdido de tu inocencia y Amor Auténtico.

Tú siempre Lo has Sentido, es cierto. Nunca has dejado de susurrármelo, y yo no lo he entendido. Te abrazo y te aprieto, acaricio la tremenda suavidad de tus cabellos dorados, los huelo, los beso, y me doy cuenta de cuánto te amo. Me miras, me sonríes, y noto como poco a poco, te relajas. Siento en mis entrañas la tensión en el cuerpo que empiezas a acumular fruto de lo que vives en ese Universo Paralelo que es el pasado. No me hablas, te conozco muy bien, crees que las palabras no alcanzan o pueden ser malinterpretadas. Te dejo ser y te acuno mientras susurro una nana, llena de la Fuerza que me das, Sabiendo que por fin llegué para traerte al Universo del Presente. Ya vine a rescatarte, princesa. Ya nada va a atemorizarte. Ya estoy aquí para protegerte de todo mal. Ya todo te va a ser explicado como necesitas. Ya no más interpretaciones enfermas, ya no más culpa, ya no más castigo. Nunca voy a negarte mi abrazo. Nunca más vas a estar sola. Ya siempre estaré presente, contigo, gracias a esa Vibración hermosa que Dios trajo a mi mundo y sin saberlo, tanto me conectó contigo, dejándote Ser cuando yo aún temía darme cuenta de la inocencia que eres, de la inocencia que soy.

Y es que tú, mi pequeña princesa risueña y delicada; tú, mi pequeño Ser de Luz encarnado; tú, mi muñequita de miel y mi gotita de Dios... tú, tú eres la raíz de mi espacio de Libertad. Y sólo es desde ti, que he comprendido, cuando no entendía, cuánto merece la pena Amar.

http://www.goear.com/listen/c01193e/mar-antiguo-el-ultimo-de-la-fila

Barcelona, 5 de mayo del 2010

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